Pintura japonesa del Período Edo (1603-1867) |
El shogunato, tras siglos, vivía una crisis interna, dónde existía una burocracia lenta y pesada, había una gran sangría del erario imperial y las crisis con potencias exteriores hacía incapaz al shogunato de imponer su autoridad a nivel interior. Toda esta situación estalló cuando las costas japonesas vieron llegar dos cañoneras al mando del comodoro estadounidense Perry en 1854. El comodoro Perry, respaldado por las cañoneras, venía con la buena intención de invitar al shogun a que abriese los mercados japoneses al exterior. El shogun, pidió el poco tiempo que le dejaba el impaciente comodoro y pidió consejo al Roju, el consejo de ancianos, en ese momento pragmático. Las voces en Japón se alzaron de forma dispar, Nariaki de Mito, por ejemplo, buscaba la guerra, pero el shogunato era más proclive, más por temor, a abrir los mercados, voces se alzaron contra esta decisión, el shogun mientras estaba desesperadamente haciendo su papel simbólico de buscar consenso entre los daimyo, o señores feudales, tarea harto imposible ya que los daimyo se dividían entre quienes hablaban de guerra y quienes defendían una concesión mínima al simpático comodoro.
Tratado de Kanagawa |
Mientras tanto, los occidentales, como el consul Townsed Harris, haciendo caso omiso a las supersticiones japonesas, siguieron presionando al shogunato para una mayor apertura al exterior. De estas presiones fue resultado un Tratado Comercial que establecía intercambios financieros entre Estados Unidos y Japón, mientras que los puertos de Kanagawa, Nagasaki y Nugata se abrían al libre comercio además de permitirse el establecimiento de extranjeros en Osaka y Edo.
El tradicional Nariaki, se opuso ante ello, mientras el bakufu comenzó a escindirse en dos grupos, aquellos que defendían la actuación del Shogun y aquellos que creían que el Emperador japonés debía volver a tomar el control político y militar. El shogunato estaba en cuestión y, desde luego, la muerte de Tokugawa Iesada en 1858, no favoreció la situación de la institución. A Iesada le sucederá sonnō jōi que apoyaban la expulsión de los “bárbaros” del país, con la llamada Purga de Ansei, donde se arrestó y ejecutó a más de cien líderes partidistas del aislacionismo. Ello causó gran descontento, fricciones y recelos, dando lugar al "ojo por ojo y diente por diente" y haciendo realidad la máxima de "quién a hierro mata, a hierro muere" ya que Ii Naosuke fue asesinado por 17 samurais en el Incidente de Sakuradamon.
Ii Naosuke |
Tras la muerte del aperturista Ii Naosuke en 1860, los Ishin Shishi, u"hombres de elevado propósito", hasta 1863, marcarán Japón. Era éste un grupo político disidente, formado por los daimyōs disidentes de las provincias de Chōshū, Satsuma, Tosa y Hizen, en conjunto con campesinos y samuráis con la misma ideología: la lucha por la abolición del poder feudal del shogunato Tokugawa y la restauración del poder central en Kioto encabezada por el emperador Meiji y la corte imperial, con lo cual pretendían unificar y fortalecer Japón en contra de las pretensiones de dominación de las potencias occidentales. Comenzaron a practicar el terrorismo contra extranjeros. Ante ello, los occidentales como represalia comenzaron a bombardear las costas japonesas para acelerar la apertura de Hyogó. Ante tal situación, el shogun Iemochi, debido a la inestabilidad que tuvo que vivir, fue parte del movimiento Kobu-Gattai, que propugnaba la estabilidad del shogunato creando un linaje combinado entre el clan Tokugawa y la nobleza imperial. Abolió el sistema sankin kōtai, es decir, de residencia alterna, siendo así, el primer shōgun en ir a Kioto desde 1634, y se casó con la Princesa Imperial Kazu no Miya Chikako.
El último shogun, Tokugawa Yoshinobu |
En 1866, la muerte del shogun Iemochi, y su sucesión por el shogun Yoshinobu, marcarán el fin del sonnō jōi, proclamaron una guerra, guerra Boshin, mientras el shogunato recibía cada vez menos apoyos de los daimyo.
shogunato, ya que Yoshinobu, de forma desesperada para recuperar el poder perdido del shogun, recurrirá al Ejército francés para reforzar el suyo, viendo este movimiento del shogun, los de Satsuma, Chōshu y Tosa, se coligaron bajo el ya conocido lema de
Así pues el shogun Yoshinobu en el Memorial Tosa, firma su rendición y con ella, el fin de casi siete siglos de shogunato, con la condición de que finalizase la guerra y Japón se unificara. De esta forma, Japón, volvía a ser un imperio como tal, donde el emperador Mitsuhito, gobernaría como en tiempos del emperador Jummu. Mientras tanto, el shogunato quedaba oculto en la oscuridad del pasado y Yoshinobu se convertía en un daimyō común.
Con el fin del shogunato, Japón entraba en la Edad Contemporánea.
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