Entre 1872 y 1892, la conciencia nacional fue creciendo entre los emigrantes filipinos que se habían instalado en Europa. En la atmósfera social e intelectual de Europa, más libre que la filipina, estos emigrados, liberales exiliados en 1872 y estudiantes formaron el Movimiento de la Propaganda. Este Movimiento fue organizado con fines literarios y culturales más que con fines políticos, los propagandistas, que incluía a filipinos procedentes la clase alta y de todas las zonas cristianas de las tierras bajas, se esforzaron por despertar el intelecto nacional y crear una más estrecha , más igualitaria asociación de las islas y de la patria. Entre sus objetivos específicos se encontraban la representación de las Filipinas en las Cortes españolas; la secularización del clero; la igualdad legal entre españoles y filipinos; la creación de un sistema de escuelas públicas laicas; la abolición del polo (servicio de trabajo) y vandala (venta forzosa de los productos locales al gobierno); garantía de las libertades fundamentales de expresión y asociación; e igualdad de oportunidades para los filipinos y españoles para entrar en la administración del gobierno.
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José Rizal |
El propagandista más destacado fue José Rizal, médico, erudito, científico y escritor. Nacido en 1861 en una familia mestiza china acomodado de la provincia de Laguna. Rizal, influido por la antropología, se había comprometido a refutar los estereotipos de inferioridad racial Filipino que los frailes habían promovido. Su mayor impacto en el desarrollo de la conciencia nacional filipina, sin embargo, fue la publicación de dos novelas - Noli me tangere (no me toques) en 1886 y El filibusterismo (El reino de la codicia) en 1891, en ellas, Rizal se basó en sus experiencias personales. En ellas se muestra las condiciones de la dominación española en las islas, en particular los abusos de los frailes. Aunque los frailes habían prohibido los libros de Rizal, fueron introducidos por contrabando en Filipinas ganándose rápidamente un gran número de lectores.
Otros propagandistas importantes fueron Graciano López Jaen, quién escribió Fray Botod (Hermano Fatso), un retrato poco favorecedor de un fraile de la provincia o Marcelo del Pilar, un abogado antirreligioso.
Después de una estancia en Europa y Hong Kong, Rizal regresó a Filipinas en junio de 1892, en parte debido a que los frailes dominicanos habían desalojado a su padre y hermanas de la tierra que
arrendaban. También estaba convencido de que la lucha por la reforma ya no podría llevarse a cabo de manera efectiva desde el extranjero. En julio se estableció la Liga Filipina, diseñada para ser una verdadera organización nacional, de carácter no violenta. Fue disuelta en poco tiempo.
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Grabado sobre ritos de iniciación del Katipunan |
El Movimiento de Propaganda languideció después del arresto de Rizal y el colapso de la Liga Filipina. Se hizo un intento de restablecer la Liga Filipina, pero el movimiento nacional se había dividido entre los defensores Ilustrados de reforma y evolución pacífica (los compromisarios, o conciliadores) y un sector que quería la revolución y la independencia nacional. Debido a que el gobierno español se negó a permitir una verdadera reforma, la iniciativa pasó al sector revolucionario.
Después de la detención y el exilio de Rizal, Andrés Bonifacio, un autodidacta de origen humilde,
fundó una sociedad secreta, Katipunan, en Manila. Esta organización, estaba comprometida con la independencia. Rizal, López Jaen, del Pilar, y otros líderes del Movimiento Propaganda habían sido Masones y la Masonería estaba considerada por la Iglesia Católica como una herejía.
El Katipunan se extendió de tal forma que por 1896 tenía unos 30.000 miembros, tanto hombres como mujeres. La mayoría de ellos eran miembros de los estratos más bajos, el movimiento se había conseguido una base popular sólida de apoyo.
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Emilio Aguinaldo |
Rizal conservó, hasta el final, una fe en la decencia de los gobernantes de España, haciendo difícil para él aceptar la vía revolucionaria del Katipunan. La revolución había estallado en Cuba en febrero de 1895, y las tensiones en Filipinas hicieron que el gobernador, forzado por elementos reaccionarios, ordenó el arresto de Rizal, quién fue juzgado con pena de muerte por un tribunal militar.
Los rebeldes mientras tanto se hicieron fuertes en Cavite, lugar, de donde se expandiría la revolución.
La muerte de Rizal convenció a los rebeldes de huir hacia adelante, Aguinaldo, fue elegido líder de la revolución filipina. Además con la muerte de Rizal moría la esperanza de que las cosas en Filipinas no cambiarían si no habría violencia de por medio, la revolución, estaba servida. Aunque las tropas españolas fueron capaces de derrotar a los insurgentes en el campo de batalla, no podían reprimir la actividad guerrillera. En agosto de 1897 se iniciaron las negociaciones de armisticio entre Aguinaldo y un nuevo gobernador español. A mediados de diciembre se llegó a un acuerdo en el cual el gobernador pagaría a Aguinaldo el equivalente de 800.000 dólares, y el líder de los rebeldes y su gobierno irían al exilio. Aguinaldo se estableció en Hong Kong, y los españoles consiguieron comprar tiempo, simplemente lo que consiguieron fue alargar la agonía del control sobre las Filipinas, Filipinas estaba concienciada que quería seguir sin el control español.
BIBLIOGRAFÍA:
-AA.VV, Imperios y naciones en el Pacífico: Colonialismo e identidad nacional en Filipinas y Micronesia. Editorial CSIC - CSIC Press, 2001.
-ABINALES, Patricio.N. State and society in Philippines.Rowmann and Littlefield publishers. 2005
-C PAN, Peters. Christianities in Asia. John Wiley & Sons, 21/1/2011
-NADEAU, Kathleen. The History of Philippines. Greenwood press.
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