jueves, 20 de diciembre de 2018

Guerras anglo-birmanas: el fin de la Birmania independiente.

Birmania en el S.XVIII era un fuerte estado monárquico, tan fuerte que se animó a realizar una política expansionista que incomodaba a sus vecinos, sobretodo a la India británica, la cual, casualmente también estaba en un proceso de expansión, parecía en ese tiempo que la situación estallaría en cualquier momento.

I GUERRA ANGLO-BIRMANA (1824-1826)

Maha Bandula
Como ya hemos dicho, a finales del S.XVIII y principios del S.XIX, Birmania vivía convertida en el llamado Tercer Imperio, el cual, bajo el rey Bagyidaw, controló los reinos de Arakán (1784) Manipur y Assan (1822). Fue en este punto cuando la maquinaria militar del tercer imperio birmano se paró a pensar en la posibilidad de continuar la empresa hacia Bengala Este, plaza que le costaría a Birmania el choque directo contra la primera potencia del mundo, Gran Bretaña. Por temor a este enfrentamiento, las palomas de la corte birmana optaban por dejar las fronteras como estaban, al contrario que los halcones, de entre los que se destaca al general Maha Bandula, héroe nacional que suponía una especie de Napoleón birmano. Como hemos mencionado, la corte birmana estaba estancada entre la confusión que producía el dilema de la posibilidad de una conquista de Bengala Este, increíblemente (o no) fueron los ingleses quienes animaron a los birmanos a tal empresa. Los ingleses siguiendo su tradicional política de divide y vencerás, estimulaban a las provincias recién conquistadas de Arakán, Manipur y Assan para rebelarse contra el poder birmano, esta situación claramente para la corte birmana, había de terminar. Para más inri, los británicos establecieron de forma unilateral protectorados en las zonas de Cachar y Jaintia, lugares desde los cuales las tropas británicas aprovechaban y hacían incursiones en terreno birmano, algo intolerable para la corte birmana.

Así pues, los "halcones" birmanos toman la iniciativa bajo Maha Bandula y comienzan una ofensiva
contra los británicos. La táctica de Maha Bandula era la de atacar por dos flancos al enemigo y nunca llegar a un choque frontal en llanura, ya que la artillería británica, era el punto débil del ejército birmano. En esta primera fase de la guerra los dos frentes fueron ganados por las fuerzas birmanas, las cuales se dirigían hacia Bengala Este. Todo parecía que iba a salir bien, Birmania iba a tomar una posición geopolítica ventajosa al controlar todos esos territorios al Oeste, pero no fue así, el temor de última hora de Maha Bandula hizo retroceder a las tropas birmanas y no atacar a Bengala Este, la cual podría haber sido fácilmente conquistada ya que carecía de tropas.

Ante esta primera fase, las tropas británicas, al mando del general Archibald Campbell decidieron llevar la guerra al corazón del territorio enemigo, ante este fuerte embiste británico, el general birmano Maha Bandula, se llenó de tan valor y temerosidad que cometió un gran error, animar a las tropas birmanas a que afrontasen con valentía una muerte segura mediante un choque frontal con las tropas británicas, las cuales gracias a la artillería masacraron a sus rivales. Tras este fracaso, las tropas birmanas con Bandula a la cabeza se replegaron hacia Danbyo. Aquí, en esta plaza sucederá un tercer y último error de Bandula. Bandula para animar a sus tropas se paseaba por el fuerte, muy a la vista del enemigo, ensalzando su coraje y su valentía hasta que la artillería inglesa hizo blanco en él.

Tras la muerte del gran general birmano, se pondrá al frente del ejército U Sa quién llevará a cabo la campaña de Arakán la cual otorgará un descanso a la guerra mediante un armisticio. El descanso no sentó bien a las tropas birmanas ya que éstas fueron derrotadas en la batalla de Prome debido, en gran parte, a la desorganización que imperaba entre las fuerzas birmanas. Esta derrota dio lugar al Tratado de Yandabo mediante el cual se cedió a Gran Bretaña Anam, Manipur y Arakán, la firma de un tratado comercial y el establecimiento de diplomáticos británicos en Ava, los ingleses no satisfechos impusieron un pago a los birmanos de 4 millones de libras, lo que conllevaba a una mayor presión fiscal y una progresiva inestabilidad dentro del reino birmano. Este tratado supuso una gran humillación para Birmania la cual se convirtió en la solución del Raj Británico para hacer frente a la crisis económica que se estaba viviendo en la India.

II GUERRA ANGLO-BIRMANA (1852-1853)

Comodoro Lambert
Como anteriormente he dicho, la avaricia del Imperio Británico no estaba saciada totalmente. La expulsión de un gobernador británico de los territorios cedidos al Imperio mediante el Tratado de Yandabo, puso en la línea floja el estatus quo diplomático entre el Imperio y Birmania. En esta tensa situación diplomática el Imperio Británico movió ficha y envió al astuto comodoro Lambert quién buscó un conflicto naval con Birmania. Este nuevo conflicto supuso la inestabilidad política afectando así a la monarquía birmana, la cual sufrió una revuelta palaciega en contra del rey Pagan Min (1846-1852) quién fue sustituido mediante el poder conjurado por su hermano Midon Min (1853-1878). Birmania, por supuesto, no pudo dar más de sí y tuvo que ceder ante el Imperio, que acabó anexionándose la tierra de Pegu. Birmania aún así se mantenía frente al avance territorial del colosal Raj británico.

III GUERRA ANGLO-BIRMANA (1885-1887)

La monarquía birmana, debido a la presión exterior y a las conjuras, perdió su fuerza como agente de estabilidad interna. Para evitar que Birmania viviese la misma experiencia que el Imperio Chino, el rey Mindon Min siguió la política japonesa de reformar para modernizar el país, fortalecerlo y así evitar la legitimidad de los británicos de civilizar Birmania mediante el colonialismo. Una crisis sucesoria tambaleó de nuevo los cimientos de la monarquía birmana, en 1879 el rey Mindon dejó una amplia descendencia de 110 hijos, lo que dio lugar a una compleja lucha por el trono de la cual a base de sangre y hierro salió como nuevo rey Thibau, un monarca sanguinario por la fuerza del contexto.

El hábil lector se preguntará por qué el Raj Británico no aprovechó este momento. El Imperio en estos momentos no tenía puesta su aguileña mirada en Birmania. Gran Bretaña ya tenía abiertos
Subastas de los bienes reales birmanos por el Prize Committe
varios frentes en África y en Afganistán. La negociación de Birmania con los enemigos de los ingleses, los franceses, de la compra de armamento militar encendió el temor del Imperio, el cual inquietamente dejó pasar el tiempo y observar esta peligrosa nueva amistad. El tiempo pasaba y en 1885 Francia y Birmania negociaron la implantación de un banco francés así como la concesión de la línea de ferrocarril de Mandalay, además a ello se sumó la multa que impuso el gobierno birmano a la británica Bombay Burmah Trading Corporation por declarar menos teca de la que obtenía. Si ya el orgullo británico estaba sintiéndose herido, la gota que colmó el vaso fue la negación de la monarquía birmana a aceptar un ministro residente en Mandalay. La negación por parte de la monarquía birmana a aceptar en un agente inglés dentro de su territorio respondía al temor de que los ingleses desde dentro desestabilizaran el reino al igual que pasó con la China Qing. Este rechazo fue el casus belli que dio lugar a una tercera guerra en la que la armada británica al mando del general Prendergast, avanzó a través del río Irawadi en dirección hacia la capital, donde allí apresaron al rey, Thibaw, el cual partió hacia el exilio en la India.

La resistencia e insurgencia contra los británicos continuó hasta 1896, pese a que Birmania fue anexada al Imperio Británico desde 1886. Así de este modo el esplendor de la monarquía birmana desaparecía mientras que sus bienes fueron vendidos, regalados y subastados como productos exóticos y de lujo mediante el llamado Prizee Commitee. Esto sería un adelanto del saqueo que sufriría Birmania por parte del colonialismo británico hasta 1945.


BIBLIOGRAFÍA:
-AA.VV. The Cambridge History of Souteast Asia. Volume two. Cambridge University Press. 2007
-Myint-U, Thant. The Making of Modern Burma. Cambridge University Press, 2001




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